Gingerbread Skeletons

We've had a soaked and gloomy October so far (not that I'm complaining) and all I want to do is curl up in bed with a warm cup of cocoa in my hands and watch movies endlessly. This weather practically begs for spicy-filled treats and these gingerbread cookies sate that craving perfectly. If you like gingerbread cookies that could double as rocks, then refrain from baking them, as these are thick and chewy. Yum. I measure the success of a recipe by the amount of time it lasts uneaten around my house, baked them yesterday and there's only a couple left, so.. yay!

I know that gingerbread is automatically associated with Christmas, not Halloween, but we've been munching on them as we set up Christmas (I know, we're even worst than stores) so we're not that far off. We don't go all out on celebrating Halloween but my mother has collected over the years a fair amount of "creepy" decorations and these skeletons look just so cute alongside!

Hemos tenido un Octubre gris y lluvioso (no es que me queje) y todo lo que quiero hacer es meterme a la cama con una taza de chocolate caliente en mis manos y ver películas sin parar. Este clima prácticamente pide comidas picantes llenas de sabor y estas galletas de jengibre sacian ese antojo perfectamente. Si te gustan las galletas de jengibre que podrían hacerse pasar por rocas, entonces te recomiendo que no hagas estas, ya que son blandas. Ñam. Siempre mido el éxito de una receta por la cantidad de tiempo que dura en mi casa sin que se las terminen, las horneé ayer y ya sólo queda un par, así que.. yay! 

Sé que las galletas de jengibre se asocian automáticamente con la Navidad, no Halloween, pero hemos estado comiéndolas mientras decoramos de Navidad (lo sé, somos peor que las tiendas) así que no estamos tan locos. No somos mucho de celebrar Halloween, pero mi madre se ha coleccionado durante los años una buena cantidad de decoraciones "espeluznantes" y estos esqueletos combinan perfectamente con ellos!

Para las galletas:

·      3 tazas de harina.

·      ¾ taza de azúcar moreno.

·      1 cucharada de canela molida.

·      1 cucharada de jengibre molido.

·      ½ cucharadita de clavo molido.

·      ½ cucharadita de sal.

·      ¾ cucharadita de bicarbonato de sodio.

·      ¾ taza de mantequilla sin sal, cortada en 12 trozos a temperatura ambiente. (6 onzas)

·      ¾ taza de melaza.

·      1 huevo.

 

Procedimiento de masa de pan de jengibre:

1.     Mezclar el harina, el bicarbonato de sodio, la sal y las especias en un bowl. 

2.     En el bowl de una batidora, mezclar la mantequilla y el azúcar hasta que esté suave como una crema. 

3.     Agregar el huevo y la melaza; continuar mezclando hasta que se combinen. 

4.     Agregar la mezcla de los ingredientes secos y mezclar a una velocidad baja hasta que la masa se combine. 

5.     Separar la masa en dos discos y envolver en papel film. Enfriar en la refri durante al menos dos horas. 

6.     Cuando la masa esté lista para usarse, estirar hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1/4 "y cortarla usando el molde de galletas. 

7.     Dependiendo de la consistencia que se deseen las galletas se pueden hornear en el horno a 350F durante unos 12 minutos. Si las quieren más crunchy estirar la masa un poco más delgada y hornear unos minutos extra. 

 

*Pro tip* Yo le doy vuelta a la bandeja de galletas a la mitad del tiempo mientras están en el horno. Como cada horno varía, el truco es que estén duritas de los lados y en el centro a penas se quede formada la huella del dedo al tocarlas. 

 

8.     Dejar enfriar dos minutos en la bandeja de galletas y después pasarlas a una rejilla para que se enfríen completamente antes de decorarlas. 

 

Para el icing:

·      2 tazas de azúcar de pastelero.

·      1 cucharada de crémor tártaro. 

·      ⅛ esencia de vainilla.

·      1 o 2 cucharadas de agua.

 

Yo la verdad lo hago al cálculo, pero más o menos es así:

1.     Combinar el azúcar y el crémor tártaro en un bowl. Si tiene grumitos es mejor colarlo.

2.     Agregar la vainilla e ir combinándolo con un batidor, yo uso uno manual.

 

3.     Ir agregando de poco a poco el agua, la consistencia tiene que ser como de una pasta de dientes suave, es decir un poco firme. La mejor manera de explicarles es que si hacen un “hilo” con la mezcla este se quede visible un par de segundos encima de la demás hasta que se vuelva a combinar. 

 

 

¡Ojalá les guste, me cuentan si la hacen y si tienen preguntas déjenmelas acá!